Tirando de los recursos humanos…

Aunque desde el principio de los tiempos la especie humana ha estado acostumbrada a tirar de los recursos naturales para hacer su existencia más cómoda y perdurable, ha llegado el momento de percatarnos de que no vivimos en un planeta de recursos ilimitados, y que el chollo se nos puede acabar más temprano que tarde, dado el mal uso y mantenimiento que hemos hecho de los mismos. Se supone que a estas alturas deberíamos estar más que concienciados, debido a la evolucionada sociedad en la que nos encontramos la gran mayoría de los habitantes de la Tierra; pero, por el contrario, parece que cuanto más desarrollado es un país, más se empeña en acelerar un poco más esta carrera hacia el desastre.

Estas cosas, dichas así al vuelo y en plan general, no parece que sean muy comprensibles ni nos calen demasiado; vayamos, en ese caso, a un ejemplo práctico que seguramente nos haga abrir un poco más los ojos a esta realidad. Todos nos hemos visto afectados por la bajada brusca de temperaturas de los últimos días, que casi nos han hecho olvidar que hace muy poco que todavía estábamos en invierno, pero que ahora ya estamos en primavera. Por supuesto, todos hemos vuelto a tirar de los sistemas de calefacción al uso, los más modernos del mundo, seguramente basados en la electricidad y el gas (de cualquier forma, otros más tradicionales como los basados en la madera y el carbón tampoco son opción, ya que también han sido expoliados); y por consecuente, los precios de estas energías han vuelto a subir, con lo que ahora estamos, además de enfriados, cabreados a cuenta de la merma de nuestro bolsillo, aunque sepamos que sólo será por unos días.

Amigos, tenemos que echar mano de nuestra tan ponderada inteligencia y echar mano de lo que muchos de nuestros antepasados ya sabían que era la mejor manera de entrar en calor: el contacto humano. Como antes se vivía en clanes, o más recientemente las familias eran más numerosas, la cosa era más fácil, lo reconozco; ahora, hay mucha gente que vive sola, y aunque sea en la casa familiar, cada uno se encierra en su habitación a hacer sus cosas, sin hacer vida en comunidad. Así que, si hemos aprendido a ser cada vez más sociales, no nos queda más remedio de hacer lo siguiente que nos puede hacer entrar en calor, aunque sea en plan solitario: ver videos porno gratis. ¿Acaso no te parece una buena solución? Déjame explicarte cómo sería el asunto, porque la pornografía está claramente infravalorada.

No creo que para nadie sea un secreto, ni tampoco ninguna novedad, saber que si hay que hace entrar en calor al ser humano es el sexo. Cierto que a estas alturas ya sabemos que hay muchas formas de vivir nuestra sexualidad, y si hay una que es famosa en el mundo entero, es ciertamente ver porno online. Bueno, los hay quien son más delicados, o se quieren hacer los refinados, o realmente lo son, y tienen otras formas de excitar la mente, y por ende su cuerpo; pero para el común de los mortales, ver una pareja en plena acción sexual, sean del género que sean, los pone cachondos, como vulgarmente se dice. Si este blog fuera sobre ciencia, os explicaría cuáles son los efectos químicos que tienen lugar en nuestro cuerpo gracias a la pornografía y el erotismo; pero no lo es, sino sobre cuidado y concienciación del planeta, así que sólo habría que decir que hay que seguir los instintos naturales de nuestra propia naturaleza. ¿No es la reproducción uno de esos instintos? Y si quieres comprobar lo que te digo, sólo debes esperar al próximo 14 de febrero y hacerte un maratón de películas eroticas para ver en pareja con tu churri, sea quién sea… Verás cómo en un buen rato no os acordáis de lo que es el frío, jeje.

A esto se le llama usar nuestros recursos, los humanos que no los naturales, con raciocinio. Y puede ser aplicado en muchos ámbitos, sólo hay que echarle un poco de imaginación.

Cómo hacer de nuestro planeta un objetivo primordial

Aunque por supuesto los documentales que más me gustan son los de geografía y viajes, di el otro día con uno de biología, y en concreto trataba sobre las hormonas que se producían en el cuerpo humano. Me quedé con tres de ellas, que me parecieron bastante interesantes: la endorfina, la dopamina y la serotonina, y ahora os contaré por qué a un amante de la naturaleza y la ecología puede encontrar esto interesante.

La endorfina, ya sabes, es la que llamamos por lo general «la hormona de la felicidad», aquella que nos lleva a un nivel de comodidad con la situación que nos encontramos. La serotonina es la que nos proporciona relajación y tranquilidad cuando nos encontramos en una situación feliz. Y la dopamina… ¡ah, la dopamina, esa sí que es interesante!… es la que nos proporciona placer, puro y duro, como cuando mantenemos sexo, o la produce el cerebro cuando ves porno. No son estas las únicas actividades que pueden hacer que tu cuerpo produzca estas sustancias, por lo general realizar una acción que nos gusta es suficiente para que lo haga; pero realmente la sexualidad es una fuente segura de estas tres hormonas, y parece ser que no sólo cuando la practicamos en vivo, sino también si vemos que la practican otros y eso nos excita, evidentemente.

O sea que, según yo entendí, estas tres están relacionadas con uno de los mayores placeres de la vida humana, pero era esa, la dopamina, la que llevaba la voz cantante. Es tan potente, que puede provocar adicción al ver videos porno gratis de manera descontrolada, en un ciclo sin fin en el que nuestro cerebro, cuando más la produce, más necesita que la produzca. Repito, el sexo hace su trabajo, la erotismo y la pornografía lo hacen aumentado, pero en realidad una actividad que nos gusta y nos hace sentir bien cuando la practicamos también hace que aparezcan estas tres sustancias y nos lleva a un estado de felicidad. Y ahora viene la pregunta del millón: ¿qué tiene esto que ver con el cuidado de nuestro planeta Tierra?

Y aquí viene la respuesta: ¿qué no seríamos capaz de hacer por nuestro querido planeta, si su cuidado y  mantenimiento nos hiciera generar niveles ingentes de dopamina, en el mismo nivel que cuando practicamos o vemos sexo gratis? Uff, por desgracia no tengo la respuesta, pero la pregunta se me vino a la mente, aunque por ahora sigo dando vueltas a la cuestión. Pero desde luego, encontrar algo así sería mucho más efectivo que las cien mil campañas de concienciación que se hacen en la tele en ocasiones con famosos, o los avisos de las organizaciones ecológicas, o los documentales que nos muestra por un lado las bellezas de La Tierra y por otro los desastres que la mano del hombre le ha causado. Creo, incluso, que aquellos políticos que no se acaban de poner de acuerdo para acabar con el destrozo al planeta, pronto encontrarían una solución y un acuerdo si eso los pusiera calentorros perdidos e hiciera que sus niveles de estas hormonas de la felicidad subieran hasta las nubes. Desde luego, todo se vería bajo una óptica muy diferente.

Por desgracia, la segunda parte de este pensamiento se me resiste, que por supuesto es cómo conseguir esto. Lo primero es salir al aire libre y la naturaleza lo antes posible, y empezar a disfrutar de ella en vivo y en directo, dejando todo lo que nos ata a la civilización atrás (me refiero a móviles y esas cosas, no a los útiles básicos de supervivencia, por supuesto). Si fuéramos capaces de encontrar ese incentivo… ¡oh, qué bello planeta construiríamos!

Natalidad responsable, el nuevo objetivo ecológico

Así que, según lo que señalamos en los anteriores posts, hay dos serias amenazas para el equilibrio y la buena salud de nuestro planeta, y ellas son: la propia madre naturaleza, y la mano del hombre. En lo que respecta a la primera… bueno, aunque es cierto que en los últimos tiempos se ha visto también influida por los humanos, lo cierto es que es algo que no se puede evitar (todo lo más, prevenir y tratar de paliar sus efectos para el mínimo de pérdidas de cualquier sentido). La segunda ya es otra cuestión, es algo que sólo la raza humana puede cambiar y resolver, y pensar en mecanismos para hacer que nuestra presencia en la Tierra tenga nefastas consecuencias, como pudimos ver.

Una de las teorías que se manejan entre científicos y sociólogos más radicales es que el principal problema es la alta tasa de ejemplares de la especie humana habita el planeta. Esto es, hablando en plata, que hay demasiadas personas viviendo en este momento sobre nuestro orbe natural, y otro problema añadido sería la  mala organización con la que lo hacemos. Mientras algunas zonas están casi deshabitadas, otras contienen un índice de población que roza la locura y se convierte en una verdadera amenaza para la naturaleza y la salud del planeta. Así que muchos se plantean que tan importante como el número de personas que pueblan la Tierra, es la forma en que lo hacen; y que una buena forma de conseguir este objetivo sería con una organización de la natalidad.

Una proposición no muy popular la verdad, porque ¿a cuántos de nosotros nos gustaría que nos dijeran cuántos hijos debemos tener, por exceso o por defecto? En la mayoría de los países, esto se ha convertido en una decisión personal de los padres; y en los que no es así, es una cuestión de política, y si no de tradición y poco control sobre la natalidad. Como siempre, nunca llueve a gusto de todos, y en lo que a nuestra parte del mundo se refiere, en todo caso pecaremos de falta de descendencia… ¡Ah!, pero como podemos ver gracias al ascenso de numerosos sitios webs xxx amateur, nuestros intentos para procrear y el que los demás nos vean en ellos sí que nos agrada bastante. Nuestra cultura y la cultura de aquellos países que nos rodean no ha enseñado a practicar el sexo sin pensar en la procreación, algo tan importante no hace muchos años; ahora, algunos tenemos un verdadero problema con eso, porque nuestra pirámide de edad muestra claramente una gran cantidad de población anciana, cuando debería ser todo lo contrario, o al menos estar equilibrada. Pero no preocupa tanto como para dejar de echar un polvo sólo por placer, evitando los embarazos no deseados (y las enfermedades de transmisión sexual, ya que vamos a ello).

En esta parte del mundo es tal la despreocupación que tenemos por aumentar nuestra natalidad (otro tema sería estudiar si realmente es necesario hacerlo, o estudiar otras posibilidades), que nos centramos más en el acto sexual, si es de mayor o menor «calidad». Ya sabes, existen todas esos artículos sobre sexo: consejos para parejas, posturas más placenteras, cómo encontrar el punto G, algunos errores sexuales de los hombres… Incluso, yendo a la cuestión que planteamos, podemos encontrar muchos consejos sobre la concepción, ya que, paradojas de la vida, se da la circunstancias de que, cuando queremos procrear, nos encontramos con ciertos problemas de fertilidad, ya sea porque cada vez lo hacemos a edad más avanzada, o porque la calidad de nuestros sistemas reproductores cada vez es peor.

Como digo, esta teoría sobre hacer una especie de natalidad controlada y responsable según la zona del planeta donde el ser humano habita puede ser bastante complicada, no sólo en la práctica, sino también en la teoría, por todos los conflictos éticos o morales que pudiera plantear. Pero tenerla en cuenta no es una mala idea, ¿qué te parece?

La naturaleza contra sí misma

No hay nada más poderoso ni que haga al hombre más impotente que las fuerzas de la naturaleza, y en ocasiones, esas fuerzas se vuelve en contra de nuestro propio planeta. Los peores desastres naturales del mundo han cobrado muchas vidas y han causado millones en daños a la propiedad. Si bien hay muchos criterios en cuanto a lo que se consideraría el «peor» de estos desastres, los terremotos, tifones y tsunamis son los que se llevarían la palma en una lista de tragedias y terribles consecuencias. ¿Conoces algunos de ellos?:

  • Huracán Katrina (2005) : Uno de los huracanes más mortíferos que golpeó la costa del Golfo, fue clasificado como el sexto más fuerte en general en golpear a los Estados Unidos. También fue uno de los desastres naturales más costosos, con daños a la propiedad estimados en más de 81 mil millones de dólares.
  • Terremoto de Haití (2010): Un terremoto de magnitud 7 sacudió Haití el 12 de enero de 2010. Su epicentro se ubicó justo al suroeste de Puerto Príncipe, con 59 réplicas que variaron de 4.2 a 5.9 magnitudes de fuerza. Era el terremoto más fuerte que azotaba el país desde 1770, provocando más de 200,000 muertes, 2 millones de personas sin hogar y 3 millones de personas que necesitaban ayuda de emergencia. 
  • Ciclón Nargis (2008): El primer ciclón en 2008 que golpeó el norte del Océano Índico, tocó tierra en Myanmar y devastó la región del delta de Ayeyarwady junto con sus 37 municipios durante dos días. Las cifras oficiales mostraron que 84.500 personas murieron y que hubo 53.800 desaparecidos. 
  • Terremoto y Tsunami de Tohoku (2011): Un terremoto de magnitud 9,0 a 9,1 seguido de un tsunami golpeó la costa este de Japón el 11 de marzo de 2011. Con una profundidad submarina de 29 km, este fue el mayor terremoto que jamás haya golpeado a Japón en la historia registrada. Documentado como el cuarto terremoto más poderoso del mundo, fue responsable de la muerte de 15,894 personas, con 6,152 heridos y 2,562 personas desaparecidas. También afectó a 20 prefecturas, con más de 127,000 edificios completamente destruidos y más de 272,000 edificios casi colapsados. El terremoto también causó un desastre casi nuclear cuando hubo una fusión parcial en 3 reactores de la central nuclear de Fukushima, y es considerado como el segundo desastre nuclear más grande después de Chernobyl.
  • Terremoto de Alepo (1138): Ocurrido en la Edad Media, el terremoto más mortífero de la historia se produjo el 11 de octubre de 1138 y recibió el nombre de la ciudad de Alepo en Siria, ahora llamada Halab. Su número de muertos fue de aproximadamente 230,000, ya que la ciudad fue destruida junto con las áreas circundantes.
  • Ola de calor europea (2003): Europa no está demasiado acostumbrada a los veranos calurosos, de modo que cuando llegó la ola de calor de 2003, se produjo una crisis de salud en varios países, así como una sequía que llevó a una escasez de cultivos. En Ucrania, el 75% de las cosechas de trigo se perdieron, y solo en Francia se registraron 14.802 víctimas. Las temperaturas extremas también provocaron incendios forestales y, paradójicamente, incluso inundaciones.

El hombre contra la naturaleza

El mundo natural ha sido víctima de todo tipo de ataques; algunos de estos ataques son naturales como huracanes y terremotos, pero sin embargo, existen otros que son antinaturales y provocados por el hombre. Estos últimos son inesperados, tienen efectos que a largo plazo y, lo peor de todo, provocan más pérdidas de las que se pueden ver y calcular a simple vista, pues sus estragos pueden aparecer tras un largo período de tiempo. Sin embargo, siguen ocurriendo, sin que al parecer podamos hacer mucho por evitarlo, ya que aunque algunos son consecuencias de fallos predecibles o de errores de cálculo, también los que surgen por sorpresa, sin que nadie hubiera pensado jamás en que algo así podría ocurrir.

Cuando se trata de la madre Tierra, hay que tener cuidado con nuestras acciones. Y como dicen que recordar es aprender de la experiencia, aquí hay algunos ejemplos de desastres ecológicos que llegaron directamente de la mano del hombre:

  • El vertido de crudo del petrolero Exxon Valdez: El 24 de marzo de 1989, el petrolero Exxon Valdez derramó 37 mil toneladas de petróleo crudo en el Prince William Sounds, Alaska, después de chocar con el arrecife de Bligh Reef. Se considera que es uno de los desastres ambientales causados ​​por el hombre más devastadores, ya que se han estudiado los efectos a largo y corto plazo de este vertido.
  • El parche de basura del Gran Pacífico: Causado por el efecto de los desechos marinos producidos por el hombre, el conocido como Parche del Gran Pacífico es un punto de concentración de basura y contaminación marina provocado por las corrientes marinas. Tiene altas concentraciones  de plásticos pelágicos, lodos químicos y otros desechos igualmente muy nocivos para el medioambiente.
  • Explosiones en la planta química de Jilling: Esta tragedia medioambiental tuvo lugar el 13 de noviembre de 2005 en la planta química Petro No.101 en la ciudad de Jilin, en China. Una serie de explosiones fueron responsables de la muerte de seis trabajadores y decenas de heridos, y causaron la evacuación de decenas de miles de residentes. Para aumentar los daños, estas explosiones contaminaron gravemente el río Songhua con una cantidad estimada de 100 toneladas de contaminantes, entre ellos benceno y nitrobenceno, cuya exposición reduce el recuento de glóbulos blancos y está relacionada con la leucemia.
  • Los fuegos de petroleo de Kuwait: Alrededor de 6 millones de barriles de petróleo se perdieron de enero a noviembre de 1991. 600 pozos de petróleo fueron incendiados como parte de la política de tierra quemada por las fuerzas militares iraquíes en retirada. Kuwait gastó 1.500 millones de dólares para extinguir los incendios que causaron una gran contaminación en el suelo y el aire.

Cuidemos la Tierra, y nos haremos un favor

Seguramente sean incontables el número de webs, blogs, artículos, catálogos y guías sobre ecología que podamos encontrar en cualquier medio que se nos ocurra; la verdad, yo ni siquiera lo he intentado, porque seguro que son muchos y, según mi opinión, algunos incluso sobrarían. Claramente, si el ser humano no es capaz de cuidar el planeta en el que vive no es por falta de información, y aunque se puede ser optimista y pensar que en los últimos años la conciencia ecológica ha estado aumentando poco a poco, por otro lado hay que reconocer que ese aumento no es lo bastante rápido, ni lo bastante eficiente para revertir ciertas acciones del pasado. Pero bien, tengamos fé en la raza humana, es lo único que puede salvarnos.

Por eso, porque no creo que lo que falta es información para despertar nuestra conciencia ecológica, pensé que hacer un blog sobre consejos, trucos y valores para ser más respetuosos con el planeta era volver a llover sobre mojado. Quizá lo que necesitamos es conocer la Tierra, pero hacerlo en profundidad, para darnos cuenta del impacto que tienen las acciones humanas sobre todo el ecosistema, que no es algo exclusivo de nuestra especie; debemos compartir todo el espacio con todos los demás seres, y quizá sea eso lo que no nos queda claro, o bien no nos importa demasiado, que todo podría ser.

Con la esperanza de que la causa sea la primera opción, y no la segunda, me gustaría darle a este sitio web un ángulo diferente. ¿Qué tal conocer curiosidades de nuestro planeta, acceder a cierta información que puede sorprendernos, y que nunca hemos sabido por cauces tradicionales, o porque no nos ha interesado hasta ahora? Todos saben que el aprendizaje es mucho mejor si se hace de forma amena, sin usar la fuerza ni nada parecido, y cuando conocer cosas nuevas es divertido y además es capaz de sorprendernos, entonces estamos en el camino correcto. La Tierra tiene tanta información, tantas cosas sorprendentes, tanto lugares extraños y tantos seres desconocidos, que bien merece la pena sumergirse en la búsqueda de todas esas curiosidades que antes he señalado.

¿Y si, una vez que tengamos esta clase de información, tomamos conciencia de que no podemos permitir que se deteriore de ninguna manera, y que tenemos que protegerla y valorarla en su justa medida? Sería un buen complemento a la conciencia ecológica y a todos los esfuerzos que se hacen en pos de ella; no le robaría nada, y quizá le aportaría mucho. Veamos si mi teoría tiene alguna validez; y si no, el saber no ocupa lugar, ¿no crees?