La naturaleza contra sí misma

No hay nada más poderoso ni que haga al hombre más impotente que las fuerzas de la naturaleza, y en ocasiones, esas fuerzas se vuelve en contra de nuestro propio planeta. Los peores desastres naturales del mundo han cobrado muchas vidas y han causado millones en daños a la propiedad. Si bien hay muchos criterios en cuanto a lo que se consideraría el «peor» de estos desastres, los terremotos, tifones y tsunamis son los que se llevarían la palma en una lista de tragedias y terribles consecuencias. ¿Conoces algunos de ellos?:

  • Huracán Katrina (2005) : Uno de los huracanes más mortíferos que golpeó la costa del Golfo, fue clasificado como el sexto más fuerte en general en golpear a los Estados Unidos. También fue uno de los desastres naturales más costosos, con daños a la propiedad estimados en más de 81 mil millones de dólares.
  • Terremoto de Haití (2010): Un terremoto de magnitud 7 sacudió Haití el 12 de enero de 2010. Su epicentro se ubicó justo al suroeste de Puerto Príncipe, con 59 réplicas que variaron de 4.2 a 5.9 magnitudes de fuerza. Era el terremoto más fuerte que azotaba el país desde 1770, provocando más de 200,000 muertes, 2 millones de personas sin hogar y 3 millones de personas que necesitaban ayuda de emergencia. 
  • Ciclón Nargis (2008): El primer ciclón en 2008 que golpeó el norte del Océano Índico, tocó tierra en Myanmar y devastó la región del delta de Ayeyarwady junto con sus 37 municipios durante dos días. Las cifras oficiales mostraron que 84.500 personas murieron y que hubo 53.800 desaparecidos. 
  • Terremoto y Tsunami de Tohoku (2011): Un terremoto de magnitud 9,0 a 9,1 seguido de un tsunami golpeó la costa este de Japón el 11 de marzo de 2011. Con una profundidad submarina de 29 km, este fue el mayor terremoto que jamás haya golpeado a Japón en la historia registrada. Documentado como el cuarto terremoto más poderoso del mundo, fue responsable de la muerte de 15,894 personas, con 6,152 heridos y 2,562 personas desaparecidas. También afectó a 20 prefecturas, con más de 127,000 edificios completamente destruidos y más de 272,000 edificios casi colapsados. El terremoto también causó un desastre casi nuclear cuando hubo una fusión parcial en 3 reactores de la central nuclear de Fukushima, y es considerado como el segundo desastre nuclear más grande después de Chernobyl.
  • Terremoto de Alepo (1138): Ocurrido en la Edad Media, el terremoto más mortífero de la historia se produjo el 11 de octubre de 1138 y recibió el nombre de la ciudad de Alepo en Siria, ahora llamada Halab. Su número de muertos fue de aproximadamente 230,000, ya que la ciudad fue destruida junto con las áreas circundantes.
  • Ola de calor europea (2003): Europa no está demasiado acostumbrada a los veranos calurosos, de modo que cuando llegó la ola de calor de 2003, se produjo una crisis de salud en varios países, así como una sequía que llevó a una escasez de cultivos. En Ucrania, el 75% de las cosechas de trigo se perdieron, y solo en Francia se registraron 14.802 víctimas. Las temperaturas extremas también provocaron incendios forestales y, paradójicamente, incluso inundaciones.

El hombre contra la naturaleza

El mundo natural ha sido víctima de todo tipo de ataques; algunos de estos ataques son naturales como huracanes y terremotos, pero sin embargo, existen otros que son antinaturales y provocados por el hombre. Estos últimos son inesperados, tienen efectos que a largo plazo y, lo peor de todo, provocan más pérdidas de las que se pueden ver y calcular a simple vista, pues sus estragos pueden aparecer tras un largo período de tiempo. Sin embargo, siguen ocurriendo, sin que al parecer podamos hacer mucho por evitarlo, ya que aunque algunos son consecuencias de fallos predecibles o de errores de cálculo, también los que surgen por sorpresa, sin que nadie hubiera pensado jamás en que algo así podría ocurrir.

Cuando se trata de la madre Tierra, hay que tener cuidado con nuestras acciones. Y como dicen que recordar es aprender de la experiencia, aquí hay algunos ejemplos de desastres ecológicos que llegaron directamente de la mano del hombre:

  • El vertido de crudo del petrolero Exxon Valdez: El 24 de marzo de 1989, el petrolero Exxon Valdez derramó 37 mil toneladas de petróleo crudo en el Prince William Sounds, Alaska, después de chocar con el arrecife de Bligh Reef. Se considera que es uno de los desastres ambientales causados ​​por el hombre más devastadores, ya que se han estudiado los efectos a largo y corto plazo de este vertido.
  • El parche de basura del Gran Pacífico: Causado por el efecto de los desechos marinos producidos por el hombre, el conocido como Parche del Gran Pacífico es un punto de concentración de basura y contaminación marina provocado por las corrientes marinas. Tiene altas concentraciones  de plásticos pelágicos, lodos químicos y otros desechos igualmente muy nocivos para el medioambiente.
  • Explosiones en la planta química de Jilling: Esta tragedia medioambiental tuvo lugar el 13 de noviembre de 2005 en la planta química Petro No.101 en la ciudad de Jilin, en China. Una serie de explosiones fueron responsables de la muerte de seis trabajadores y decenas de heridos, y causaron la evacuación de decenas de miles de residentes. Para aumentar los daños, estas explosiones contaminaron gravemente el río Songhua con una cantidad estimada de 100 toneladas de contaminantes, entre ellos benceno y nitrobenceno, cuya exposición reduce el recuento de glóbulos blancos y está relacionada con la leucemia.
  • Los fuegos de petroleo de Kuwait: Alrededor de 6 millones de barriles de petróleo se perdieron de enero a noviembre de 1991. 600 pozos de petróleo fueron incendiados como parte de la política de tierra quemada por las fuerzas militares iraquíes en retirada. Kuwait gastó 1.500 millones de dólares para extinguir los incendios que causaron una gran contaminación en el suelo y el aire.

Cuidemos la Tierra, y nos haremos un favor

Seguramente sean incontables el número de webs, blogs, artículos, catálogos y guías sobre ecología que podamos encontrar en cualquier medio que se nos ocurra; la verdad, yo ni siquiera lo he intentado, porque seguro que son muchos y, según mi opinión, algunos incluso sobrarían. Claramente, si el ser humano no es capaz de cuidar el planeta en el que vive no es por falta de información, y aunque se puede ser optimista y pensar que en los últimos años la conciencia ecológica ha estado aumentando poco a poco, por otro lado hay que reconocer que ese aumento no es lo bastante rápido, ni lo bastante eficiente para revertir ciertas acciones del pasado. Pero bien, tengamos fé en la raza humana, es lo único que puede salvarnos.

Por eso, porque no creo que lo que falta es información para despertar nuestra conciencia ecológica, pensé que hacer un blog sobre consejos, trucos y valores para ser más respetuosos con el planeta era volver a llover sobre mojado. Quizá lo que necesitamos es conocer la Tierra, pero hacerlo en profundidad, para darnos cuenta del impacto que tienen las acciones humanas sobre todo el ecosistema, que no es algo exclusivo de nuestra especie; debemos compartir todo el espacio con todos los demás seres, y quizá sea eso lo que no nos queda claro, o bien no nos importa demasiado, que todo podría ser.

Con la esperanza de que la causa sea la primera opción, y no la segunda, me gustaría darle a este sitio web un ángulo diferente. ¿Qué tal conocer curiosidades de nuestro planeta, acceder a cierta información que puede sorprendernos, y que nunca hemos sabido por cauces tradicionales, o porque no nos ha interesado hasta ahora? Todos saben que el aprendizaje es mucho mejor si se hace de forma amena, sin usar la fuerza ni nada parecido, y cuando conocer cosas nuevas es divertido y además es capaz de sorprendernos, entonces estamos en el camino correcto. La Tierra tiene tanta información, tantas cosas sorprendentes, tanto lugares extraños y tantos seres desconocidos, que bien merece la pena sumergirse en la búsqueda de todas esas curiosidades que antes he señalado.

¿Y si, una vez que tengamos esta clase de información, tomamos conciencia de que no podemos permitir que se deteriore de ninguna manera, y que tenemos que protegerla y valorarla en su justa medida? Sería un buen complemento a la conciencia ecológica y a todos los esfuerzos que se hacen en pos de ella; no le robaría nada, y quizá le aportaría mucho. Veamos si mi teoría tiene alguna validez; y si no, el saber no ocupa lugar, ¿no crees?